A veces o casi siempre que estamos en un lugar público, esperando el bus, el metro, la cola en el banco, en el super, para cualquier lugar donde se necesite cola, aquí en mi país todo es una cola, es decir el país de las colas para cualquier tontería tienes que enfilarte. Pero en cualquiera que sea el caso, solemos estar en silencio, si no tenemos compañia, nuestra atención està puesta o en la musica que escuchamos, o el libro, o aquello que nos entretenga. Pero como cambia todo cuando de un momento a otro, ocurre un hecho inesperado, roban a la persona de al lado, un motorizado se lleva a una mujer por delante, chocan dos carros, etc, etc. Y en ese momento se dispara el boton de hablar de la gent, de comentar, de criticar, de chismear que ocurrió, y ahí y en ese momento inicia un hilo de voces, altas y bajas que cambian ese ambiente hostil y aburrido en el cual estamos acostumbrados a sumergirnos, por el simple de hecho de que si no ocurre nada anormal en nuestro entorno, ya no nos atrevemos a hablar, a conversar con esa persona que tenemos al lado, ni para poner en practica las normas de educación que tanto nos instruyen en la escuela. Hay muchas personas que todavia conversamos, o si nos intriga algo los preguntamos, puede que corramos con la suerte de que la persona sea agradable, o en otros casos ni responden, ni miran ni les interesan, puede ser tambien ese un motivo porque ya las personas no hablan, no comparten ideas, o sólo andan con temores por las calles, con audifonos puestos, o la cabeza abajo como que si la vida fuese una desgracia... en fin no es tan malo salir a la calle, ni ver de tan cerca tantos suburbios que hay en una ciudad y las distintas ventanas a la cuales nos podemos asomar.
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